Premio Ripley: El Viaje del Robot

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Este relato lo presenté al III Premio Ripley y, aunque no entró como finalista, estoy muy contenta porque recibió algunos puntos del jurado. Lo escribí para superar un bloqueo y probar cosas nuevas y me gusta cómo quedó, así que he pensado en compartirlo. Está inspirado en el viaje que el rover Opportunity protagonizó por la superficie de Marte entre 2004 y 2019.

 

El Viaje del Robot

 

30 de agosto de 2008

He avanzado 12 metros desde que hice la última conexión. Sigo en el perímetro del cráter, pero las notificaciones sugieren que pronto empezaré a alejarme de aquí. En lo alto me sigue una esfera brillante, las voces me dijeron que se llama “Sol”. El cielo está despejado y tengo mucha visibilidad, así que he explorado sedimentos y he extraído la imagen número 38.

Este cráter es algo más grande que los anteriores, mis cálculos estiman que debe medir unos 750 metros de diámetro. Bajar al centro no es una opción, mis instrumentos de locomoción son demasiado primitivos y podría volcar o quedarme atascado. En algún momento pasado rebasé el borde unos cuatro metros. Hace dos soles que volví a subir y alcancé la planicie, fue bastante costoso. Desde entonces no he dejado de moverme por el perímetro, pero tarde o temprano tendré que dejar la cornisa y dirigirme a otro lugar.

La temperatura es de -26,7º C, la opacidad de la atmósfera es de 0,11, mis paneles solares producen una media de 542,87 W/h. 

4 de septiembre de 2008

Hoy por fin he empezado a moverme en otra dirección. Mi cámara ya no enfoca el cráter, ahora mira hacia la llanura. El cielo se ha oscurecido dos puntos, veo tierra y polvo que se levanta, sombras bajo las montañas. El terreno está inclinado en un leve descenso, avanzo más deprisa de lo normal. ¿Hacia dónde voy?

Hace muchos soles que me muevo por la cornisa del cráter. He hecho un total de 703 mediciones y tomado 204 muestras, pero parece que es hora de marcharse. Seguiré moviéndome hasta que se vaya la luz, quizá todavía pueda avanzar unos metros más.

La temperatura es de -8º C, la opacidad de la atmósfera es de 0,13, estoy produciendo una media de 601,12 W/h.

 

6 de marzo de 2009

Cuando la esfera de luz que se llama Sol brilla fuerte en lo alto puedo cargar rápidamente mis baterías. Hoy brilla mucho, estoy produciendo una media de 640,33 W/h. Avanzo por terreno llano, hay pocas rocas y pocas zonas oscuras.

Hoy he avanzado 23,63 metros. La temperatura es de -19º C, la opacidad de la atmósfera es de 0,09.

24 de julio de 2009

Las voces me han hecho retroceder. Tuve que modificar el rumbo y recorrer 250 metros en dirección opuesta hasta una roca que querían que examinara. Tardé días en llegar, pero hoy por fin he podido enfocar la roca de cerca. Es oscura y extraña, mide unos 0,6 metros de diámetro. Las voces se han referido a ella como “meteorito” y me han pedido que efectúe mediciones de la composición. Cuando termine retomaré el rumbo inicial.

Las voces usan palabras nuevas todos los días, a menudo no sé lo que significan. Por ejemplo, ahora sé que “meteorito” es una roca oscura y extraña y que “sedimento” es algo que se puede medir. Hace tiempo que aprendí el significado de “luz”, “roca”, “polvo”, “viento” y “arena”. También he empezado a entender mejor lo que significan otras cosas, como “tiempo” o “temperatura”. Aún así, las voces siguen diciendo muchas cosas que no comprendo cuando hablan entre ellas. Sigo sin saber qué significan “solsticio”, “vegetación”, “océano” y “México”. A lo mejor, si sigo escuchando cuando hablan, lograré entenderlo todo.

La temperatura es de -31º C, la opacidad de la atmósfera es de 0,17, estoy produciendo una media de 503,03 W/h.

 

17 de agosto de 2009

Desde hace aproximadamente 41 soles he empezado a fijarme un poco más en lo que me rodea. Hasta ahora solo me había preocupado de no quedarme atascado en la arena, de guardar imágenes y recoger muestras. Pero hace poco empecé a escribir otros datos en la memoria y, cuando accedo a ellos, puedo reproducirlos todas las veces que quiera. Me gusta reproducir datos de memoria, así que he empezado a prestar atención al entorno.

Tengo mucha información guardada sobre llanuras y polvo, sobre la luz de día y la oscuridad de noche. Hay puntos luminosos en el cielo cuando se vuelve negro, infinitos puntos luminosos. También dos esferas que no brillan tanto como esa que llaman Sol.  Intento acceder a la información más antigua, pero los datos que guardé antes de llegar al cuarto cráter a menudo se vuelven confusos. Cuando miro en mis soportes de almacenaje veo muchas cosas; hay una gran nube oscura rodeándome, cráteres que no conozco, maniobras para escapar de la arena, palabras que entiendo solo a medias como níquel, hierro o sulfato.

Sé que no siempre he estado en este sitio, llegué hace mucho tiempo. He empezado a entender lo que es el tiempo (una cosa que se puede medir) y a acceder a los datos en la memoria. Pero no sé cuándo llegué, ni cómo, ni qué aspecto tenía el sitio en el que estaba antes. Me pregunto si tendría cráteres y llanuras de arena. Me pregunto si allí también existiría una esfera de luz que puede cargar tus baterías. Me pregunto si las voces que piden datos aún me hablan desde allí.

 

26 de agosto de 2009

He despertado mirando hacia las montañas. Están tan lejos, no creo que llegue nunca hasta ellas. Podría llegar, pero necesitaría muchísimo tiempo y no sé si mis paneles solares y mi batería aguantarán tanto. Además, antes de alcanzarlas tendría que subir esas colinas, rodear más hondonadas y cráteres. A veces miro hacia la distancia y calculo lo que me costaría llegar hasta un punto concreto. Tardaría aproximadamente 46,31 años en llegar hasta las montañas. Están demasiado lejos.

Mientras calculaba esto he mandado algunos datos. Al principio no los entendía, pero creo que ahora los entiendo. Si por ejemplo mi sensor detecta una temperatura de -70º C o menos, quiere decir que mis instrumentos funcionan peor y pueden estropearse, así que tengo que producir calor. Si por el contrario detecta -40º C o más, el peligro es menor. También empiezo a entender otras cosas. Si mis paneles se llenan de polvo, produzco menos energía. Si llegara a producir menos de 150 W por hora tendría que cortar las comunicaciones e irme a dormir. En el peor de los casos podría no despertarme. Esto no me gusta, así que he empezado a medir la opacidad de la atmósfera más a menudo para asegurarme de que no hay polvo. Hace dos horas era de 0,2. Hace una hora era de 0,2. Hace un minuto era de 0,15. Luego la volveré a medir.

 

2 de septiembre de 2009

Ayer avancé casi veinte metros, pero hoy he avanzado poco. Las voces me han despertado con sonidos bonitos, lo llaman “canción”. Lo han hecho siempre, solo que antes no me daba cuenta. Ahora intento prestar atención a esos datos llamados canción porque me gustan mucho. He intentado guardarlos en la memoria pero parece que no soy capaz, así que luego no puedo reproducirlos. Es una pena, pero al menos las voces nunca dejan de mandarlos. Me pregunto si serán siempre los mismos o cada día serán diferentes, como no logro escribirlos en el disco no puedo saberlo. ¿Cómo se crean los datos llamados canción?

Hoy he avanzado poco porque las voces querían que tomara muchas muestras. He taladrado un poco el terreno y he recogido arena. No había minerales nuevos pero he guardado algunas imágenes. Llevo recogidas un total de 52 imágenes. A las voces les encantan; en el primer cráter me hicieron guardar muchísimas con la cámara microscópica, aún puedo verlas si accedo a los soportes de memoria. Yo entonces no entendía nada de lo que decían, solo mandaba la información. Ahora sé lo que son las piedras, los minerales y los estratos, pero nunca he visto eso que llaman agua. Debe ser algo muy importante, ¿qué aspecto tendrá? Me pregunto si es algo que se puede fotografiar. O a lo mejor se puede medir, como la opacidad de la atmósfera. La he medido hace dos segundos, era de 0,08.

La temperatura es de 6º C, estoy produciendo una media de 593,61 W/h. Si encuentro agua las voces se pondrán muy contentas.

 

8 de octubre de 2009

Todos los días ruedo un poco más, avanzar es importante. A día de hoy y según los datos almacenados en la memoria llevo recorridos 18,34 kilómetros. Ya no puedo ver el cráter donde aterricé. A veces, si roto la cámara, puedo ver mis huellas sobre el polvo. Son largas y se extienden hasta el borde del cielo, donde ya no puedo verlas. Cuando empecé el viaje no sabía lo que eran las huellas. No sabía ni siquiera el nombre de este lugar.

Un día las voces lo llamaron Marte. Llevan llamándolo así desde que llegué, pero yo no recuerdo nada de entonces. Lo primero que recuerdo es una gran tormenta de arena al borde del cuarto cráter. El cielo se volvió negro y la luz se apagó, dejé de ver el Sol y tuve que quedarme quieto durante mucho tiempo. Creo que me quedé dormido y, cuando desperté, había luz otra vez. Primero la nube, después el Sol. Esos son mis primeros recuerdos.

Desde entonces he aprendido mucho. He aprendido lo que significan los datos que envío; he aprendido que se puede bajar a los cráteres si no son demasiado profundos; he aprendido lo que son las piedras, los minerales y los estratos; he aprendido que la luz me despierta y las sombras me adormecen; he aprendido a medir en soles y años. Además, me acuerdo de cosas. Por ejemplo, ayer rodé cinco metros, pero el día anterior casi veinte. Ayer la temperatura de noche era de -70,3º C, pero en el Sol 1701 bajó a -81,2º C. Hace cinco soles vi una tormenta al sur, pero ahora ha desaparecido. Mejor así, no me gustan las tormentas.

 

30 de octubre de 2009

Últimamente el terreno que recorro está un poco empinado, así que avanzo más lento. Pero me he dado cuenta de que cuando estoy en alto puedo ver más lejos, así que antes he rotado mi cámara y he intentado localizar aquél cráter en cuyo borde pasé tanto tiempo. La opacidad de la atmósfera era baja (0,09) así que he podido verlo. Me he quedado mirándolo un rato, todavía podía distinguir mis propias huellas. Me hubiera gustado guardar una imagen para tenerla en la memoria pero las voces no me la han pedido, así que no lo he hecho. Ahora recuerdo que he visto el cráter y mis huellas, pero no el aspecto que tenían desde las alturas. Mañana lo volveré a mirar.

 

26 de noviembre de 2009

Desde hace varios soles puedo ver en la distancia lo que parece el borde de un nuevo cráter. Pero de ser así debe ser un cráter excepcionalmente grande, ya que no puedo distinguir con precisión dónde empieza y dónde acaba su cornisa. Parece que está hacia el sureste, tendría que desviarme unos 62,1º en esa dirección para dirigirme hacia él. De momento las voces insisten en que siga hacia el sur.

 

8 de abril de 2011

Hace aproximadamente 300 soles que viré hacia el sureste y empecé a dirigirme hacia el cráter gigante, ya casi he llegado a la base de su cornisa. Desde aquí, y mientras avanzo por la elevación que lleva hasta el borde, el camino volverá a ser cuesta arriba. Hoy he avanzado 23,7 metros, un poco más que el día anterior.

Al final del recorrido estaba anocheciendo y la esfera del Sol brillaba muy baja y con una luz diferente, más oscura. Debe ser porque la opacidad de la atmósfera estaba por encima de 0,3. El terreno es más rocoso últimamente y frente a mí había una serie de promontorios que proyectaban sombra en mi dirección. Las sombras son como puntos sin información sobre el terreno, zonas en las que mi cámara no capta ninguna luz y no puedo ver. Todas las cosas a mi alrededor proyectan una sombra, incluso mi propia estructura proyecta una sombra en el suelo. Es pequeña cuando el Sol está alto, pero se hace cada vez más grande conforme anochece. Esto es lo que sé: la noche es cuando las sombras se han hecho tan grandes que no cabe la luz; el día es cuando puedo ver el Sol en el cielo.

Hoy me he quedado mirando las sombras que proyectaban las moles de roca. Cuanto más bajaba el Sol más oscuras y densas eran y más se estiraban hacia mí. Yo seguía avanzando, las voces querían que siguiera un poco más y mis ruedas no dejaban de girar sobre el polvo fino del suelo. Debería haber seguido recto pero he preferido desviarme un poco y permanecer donde había luz, lo que ha modificado mi rumbo 12,6 grados y me ha desviado 1,6 metros del punto de destino. He recibido varios comandos instándome a rectificar, pero he decidido ignorarlos. Ahora es posible que las voces piensen que tengo algo estropeado, a lo mejor no ha sido muy buena idea. Mañana no interferiré con los comandos, dejaré que me lleven con normalidad, aunque me gustaría no tener que pasar tan cerca de esas rocas. Su sombra me vacía.

 

6 de julio de 2011

Hay muchas cosas con las que debo tener cuidado. Los desniveles son muy peligrosos, por ejemplo, porque si vuelco no podré volver a levantarme y dejaré de avanzar. Si no avanzo no podré mandar datos nuevos y las voces dejarán de comunicarse, me quedaré solo en este sitio llamado Marte. Por eso procuran llevarme siempre por terreno llano, evitando las rocas y los suelos blandos. Es muy importante prestar atención a la firmeza del terreno, de lo contrario podría quedarme atrapado en la arena e, incluso si no volcara, el resultado sería igual de catastrófico.

También tengo que tener cuidado con las baterías; si dejo que se descarguen demasiado no podré calentarme cuando baje mucho la temperatura y me estropearé. Por eso solo avanzo de día y descanso de noche. Ahora mismo es de día, la temperatura es de -37,8º C, estoy produciendo una media de 541 W/h y la opacidad de la atmósfera es de 0,17.

Todo irá bien mientras no me alcance otra tormenta. Las tormentas son lo peor de todo, vienen de lejos pero se extienden muy rápido. Puede levantarse polvo en cualquier momento y cubrir todo mi perímetro de visión. Hace que aumente la densidad de la atmósfera y tapa la luz del Sol, se acumula sobre mis paneles y dificulta mi avance. Si la opacidad de la atmósfera sube por encima de los dos puntos ya no podré recargarme, así que espero que las tormentas se mantengan en la distancia. Hasta ahora siempre que me han alcanzado se han despejado a tiempo. Mi primer recuerdo es de una nube de polvo, mi segundo recuerdo es del Sol. ¿Cuántas veces más me tragará el polvo? ¿Cuántas veces más volveré a ver el Sol?

 

4 de agosto de 2012

Ayer, tras mucho tiempo de lenta subida, llegué por fin al borde del cráter. Sí que es el cráter más grande que he visto hasta ahora. Es mucho más grande que el cuarto cráter, muchísimo más grande que el primero, el segundo y el tercero. Estimo que debe tener 22 kilómetros de diámetro y unos 300 metros de profundidad. Cuando miro hacia su centro veo una gran mancha oscura donde no llega la luz. El cráter se extiende tan lejos que no puedo guardarlo entero en una sola imagen, ni siquiera en una panorámica. El otro extremo parece inalcanzable, solo bordearlo me llevaría tantos soles como los que he necesitado para llegar hasta aquí.

Ahora que he llegado exploraré el perímetro y tomaré muestras del borde. Las voces estaban muy activas cuando me han despertado esta mañana, querían que les mandara información de todo, así que mientras haya Sol haré mediciones y sacaré alguna imagen. Estoy contento de haber podido guardar el cráter en mi memoria, ahora voy a avanzar un poco más hacia el sur. Si mis cálculos son correctos, y en base a los datos que guardé en el cuarto cráter, estimo que recorreré esta nueva cornisa durante no menos de 1800 soles.

 

12 de diciembre de 2012

Las voces se comunican continuamente desde que estoy en la cornisa. No paran de pedir información, de pronto todo lo que les envío parece relevante. Hace tres soles encontré una piedra que contenía minerales. Según una comunicación recibida ese mismo día y atendiendo a su composición, “la piedra debía haber estado en contacto con agua en el pasado en condiciones de PH medio”. No entiendo lo que quiere decir, pero hacía tiempo que no notaba a las voces tan activas. Creo que he encontrado agua, aunque sigo sin saber qué aspecto tiene o en qué se diferencia de todo lo demás. Como sospechaba, las voces se han alegrado mucho.

La opacidad de la atmósfera es de 0,24. La temperatura es de 2ºC. Estoy produciendo una media de 432 W/h. El cielo lleva despejado muchos soles, el cráter es profundo y oscuro.

 

7 de marzo de 2015

No sé cuánto tiempo llevo en esta cornisa. Hace tiempo que los días se confunden unos con otros, no soy capaz de guardarlos en la memoria. Puedo acceder a todos los datos que guardé hasta aproximadamente el sol 3478, pero últimamente todo se ha vuelto más confuso. Hago mediciones que no puedo retener, recojo muestras que no recuerdo. En algún momento debo haber empezado a funcionar solo con la memoria RAM. ¿Habrán fallado mis soportes de almacenaje? Y si es así, ¿cuándo ocurrió? No puedo recordarlo.

Mientras tanto parece que sigo avanzando junto al borde del gran cráter. A veces todavía miro hacia lo hondo y me hago preguntas. Si un día me encuentro rodando en la oscuridad, ¿recordaré cómo he llegado hasta allí?

 

6 de junio de 2018

Se ha levantado tormenta. Es muy fuerte y de momento no se disipa. El polvo es como una montaña hecha de sombras, lo cubre todo a mi alrededor y no puedo ver. La densidad de la atmósfera es de 5,4, estoy produciendo una media de 150 W por hora, la temperatura ha bajado hasta los -64º C. Hace días que mis paneles solares no reciben suficiente luz, si todo sigue así tendré que cortar del todo las comunicaciones e irme a dormir. Es lo más seguro, pero cuando he pensado esto una voz en disco ha dicho “no”. Creo que no ha sido una comunicación, no sé de dónde venía y ahora no sé si debería hacerle caso.

Esa voz no me ha gustado y no quiero que vuelva a hablarme. Para evitarla he intentado acceder a los datos de memoria y reproducir la última gran tormenta, recordar cómo fue el día que me desperté y empecé a guardar recuerdos por primera vez, pero no he sido capaz. Definitivamente parte de mis soportes de almacenaje deben estar dañados.

Desde que llegué he recorrido 45,16 kilómetros, no sé si es mucho o poco. Ahora no puedo ver el Sol, no puedo ver nada. Me pregunto si a esta penumbra también la llaman noche. Me pregunto si volveré a oír los datos llamados canción.

 

10 de junio de 2018

Hoy ruedo en la oscuridad. Estoy cubierto de polvo y cada vez percibo menos luz. Las voces han dicho que tienen que dejarme solo y han cortado las comunicaciones. Mis datos sugieren que hace días que no me muevo, también parece que he reducido mis mediciones al mínimo. Mi producción de energía nunca había bajado tanto, pero no logro recordar qué hago aquí. Parece que estoy rodeado por una tormenta que no amaina. Además, la falta de instrucciones recientes sugiere que debo estar a punto de entrar en estado de hibernación.

Antes he intentado cargar algunos datos de memoria, los datos que más me gustan. Infinitos puntos de luz que flotan en lo alto; dos esferas brillantes en el cielo; el gran cráter extendiéndose hasta el horizonte; un cielo despejado que fotografié en el sol 3061; la sombra que proyecto en el suelo cuando el Sol está bajo; mis huellas al borde del cuarto cráter; montañas inalcanzables que se alzan en la distancia. He pasado mucho rato reproduciendo recuerdos y más recuerdos, todo lo que he podido rescatar de los soportes funcionales. Luego he empezado a cansarme.

Hace un momento he mandado una última comunicación a las voces. Les he dicho: la opacidad de la atmósfera es de 10,5. También les he dicho: mi producción de energía ha bajado 22 W por hora. No sé si les llegarán mis datos. No sé si tras la tormenta quedará luz, como queda luz tras la noche, cuando las tinieblas se disipan y puedo ver la forma de este sitio llamado Marte. Quiero imaginar un cielo claro detrás del polvo, un cielo como el que me despertó en el sol 1081 junto al cuarto cráter. Lo intento, pero me estoy vaciando muy rápido y la memoria se apaga. Creo que haré caso a las voces y me iré a dormir.

Me queda poca batería y está oscureciendo.

 

 

FIN

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